venres, 7 de marzo de 2014

Un negocio cruel, los animales son mucho más que simples objetos





En el mes de diciembre pasado contacté con una perrera de la provincia de Huesca donde adquirí un cachorro de bichón maltés. El perro me fue entregado el 21 diciembre en unas condiciones que requirieron su ingreso en una clínica veterinaria dos días más tarde, falleciendo el día de Navidad. Además de confirmar el mal estado general de salud, el veterinario me dijo, para mi sorpresa, que la edad del cachorro no se correspondía con la que figuraba en su cartilla sanitaria, por lo que esta tenía que haber sido falsificada. Buscando información supe que hay redes que importan ilegalmente cachorros de otros países sin importarles las penosas condiciones en que viajan ni el alto índice de mortalidad que tienen. Dado que estamos ante una falsificación de una documentación pública interpuse una denuncia en la Guardia Civil. El pasado 13 de diciembre se publicaba en los periódicos que el Seprona había rescatado en Zaragoza 125 cachorros de perro traídos desde Europa del Este y con sus cartillas sanitarias manipuladas. A pesar de la buena disposición del Seprona me consta que poco pueden hacer ante estos hechos.

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